viernes, 21 de mayo de 2010

"Para ser conductor de primeeera, no aceleres tanto!!!!!"

Día "D". Excursión a Mundomar. Me levanto a las siete menos diez, no es por nada, ya no podía dormir y decidí levantarme para preparar la comida. Primero me he pegado una ducha para despertarme del todo. Después, he preparado una tortilla de calabacín, filetes empanados y macarrones con tomate. Los niños se ha levantado una hora después y les he preparado el desayuno y la ropa. Carlos estaba ansioso por irse, se ha vestido enseguida y hoy era él el que nos metía prisa por salir. "Venga que llegamos tarde, vámonos ya!" Le he embadurnado de crema antes de salir de casa y le he puesto su gorra de Spiderman y nos hemos ido a por mi padre. Cuando hemos llegado al cole, el autobús acababa de llegar. Estupendo, ha sido puntual. Laura nos dijo que entráramos a los nenes y ellos luego saldrían todos juntos. Nos hemos reunido en la puerta todos los papis, mamis y abuelos que íbamos a la excursión. Hemos esperado a los niños y cuando han salido hemos subido al autobús.



En el autobús los nenes se han portado bastante bien. Nos han puesto unos dibujos animados de Hello Kitty que ha entretenido a algunos de los niños, los otros charlaban como cotorras. Hemos llegado bastante pronto. Antes de llegar a las taquillas nos han dado la bienvenida un Suricata y un loro.



En cuanto hemos conseguido las entradas nos hemos ido corriendo a coger sitio para ver el espectáculo de los loros. Como hay mesas para picnic, hemos aprovechado y hemos almorzado. Carlos no hacía más que preguntar si los loros le iban a coger la gorra, si se tenía que agachar, etc. No tenía muy claro si le iba a gustar o a darle miedo. El espectáculo comienza y mientras cuentan un cuento, tres chicas les hacen hacer todo tipo de peripecias a unos loros: Han conducido un coche, una bici, han volado por encima de nuestras cabezas y han sacado algún que otro voluntario, como Laura, que le ha tocado sujetar a uno e ir dándole unos aros para que los llevara al escenario. A los niños en general les ha gustado aunque había alguno que no le hacía mucha gracia que estuvieran volando por ahí. A Carlos lo que más le preocupaba era si la bruja que salía en la representación era de verdad o no.



Después de ver los loros no hemos ido a ver los leones marinos. Ahí Carlos ya ha empezado a ponerse un poquito pesadete. No quería quedarse sentado, se quería ir a hacer pis primero y lo he llevado al restaurante y luego no quería quedarse a verlo. Se ha enfadado conmigo y se ha puesto de morros. Enfin, el espectáculo ha estado bien, lo típico. Me da a veces penita ver a los pobres animales que apenas pueden andar, la cantidad de cosas que hacen por un puñado de peces. Divagaciones a parte, ha estado entretenido y con sus toques de humor.





De ahí nos hemos ido a ver los delfines. De camino hemos pasado por la parte de abajo del tanque donde se pueden ver a los delfines a través de los cristales. Nos hemos entretenido un rato para verlos y a los niños les ha gustado mucho verlos de cerca. Se han sentado cerca de los cristales y no había quien los moviera de allí. Los delfines parecía que sabían lo mucho que les gustaban a los niños y se paseaban todo el rato cerca de ellos.












A mi el espectáculo que más me gusta es el de los delfines. Me encantan, el delfín es uno de mis animales favoritos. Como le contaba a Yolanda, recuerdo cuando estuve en México y pude bañarme con ellos. Fue una experiencia única. Son tan agradables y cariñosos.... no me extraña que los utilicen con discapacitados porque son estraordinarios. Hemos corrido mucho de un espectáculo a otro así que después de ver los delfines nos hemos ido a comer. Carlos se ha comido los macarrones con una lata de atún. Yo me he comido un filete empanado y un trozo de tortilla, y mi padre se había llevado sandwiches. Como ya se hizo la hora de irnos, nos fuimos a por un café rápido y corriendo al autobús. Los niños estaban ya cansadísimos, y para muestra, un botón. Foto de Carlos y Aitana derrotadísimos. Aunque no sé cómo se han conseguido dormir porque el chófer del autobús por lo visto tenía prisa y empezó a correr tanto, que en alguna curva parecía que íbamos a volcar, y para colmo va, y se salta un ceda el paso. Vamos, que cuando hemos llegado, casi besamos el suelo, como el Papa.
Resumiendo, se lo han pasado....NOS lo hemos pasado muy bien. Espero repetir la experiencia algún año!!

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