....ya no lo puedo resistiiir, cómo me pica la nariiiiz...

Día de picores y urticarias. Nada más levantarme, un sonoro estornudo ha invadido mi habitación. "No, por favor, la alergia ahora no....!" Pues sí señora, ya está aquí la peor de mis pesadillas primaverales. Paquete y medio de kleenex que llevo ya. De los nervios que me entran por los picores me he saltado la dieta diez veces ya en lo que va de día (que conste que estoy escribiendo esto mientras me como un par de onzas de chocolate puro con almendras de Valor, mmmmmmmm) Intento aguantar los picores con mi kleenex usado en modo "tampón" incrustado en mi nariz mientras preparo desayunos y ropa para el cole. A las 8:30 Cristina está aún sin vestir y yo ya histérica le digo que como no se vista, se va en pijama al cole. Entonces me dice que no se puede vestir porque le pican mucho las piernas. No le presto mucha atención porque siempre está con historias con tal de remolonear, pero como se pone nerviosa me acerco y miro. Lo que faltaba, tiene las piernas llenas de granitos como picaduras. Llevo rápidamente a Carlos al cole y me la llevo a ella a urgencias, aunque ya me imagino lo que me va a decir: " Si habéis estado en el campo, lo más seguro es que se haya rozado con algún matojo que le ha hecho reacción, dale Atarax tres veces al día" Aún así la llevo porque no me gusta automedicar a mi hija pero me dice exactamente lo que había pensado. Bueno, recojo la receta y me voy derecha a la farmacia para que se vaya al cole con la medicina tomada. Corriendo me vuelvo al cole a dejarla, y corriendo a casa a estudiar un poco para mi examen. La tranquilidad me dura poco porque enseguida me voy a la reunión del cole para lo del tema de la excursión a Mundomar de Carlos. Como dice Yolanda, me tendría que haber llevado el picnic al cole porque he llegado a casa a la una y media y a las tres y media ya estaba yo otra vez en el cole para la merendola. Los niños han hecho unos cuadros muy creativos y los han vendido; cada padre ha pagado un Euro por dos cuadros y con ese dinero se ha comprado patatas, galletas, batidos y zumos para que los niños merendaran. Lo mejor de la merienda para ellos ha sido el hecho de que estuviéramos nosotros allí.
MªEugenia ha triunfado con los peques. Se ha puesto a leer un cuento y en un momento se ha visto rodeada de niños prestando toda su atención a la lectura.







Hemos esperado dentro de clase cuando han salido al patio y ellos no hacían más que entrar y salir comprobando que seguíamos allí y no nos habíamos ido. Carlos ha tenido su momento feeling con Alejandra.




Cuando hemos salido, Cristina se he ido a ballet y Carlos y yo junto con mi padre nos hemos ido al parque aunque nos ha tocado salir pitando porque se ha puesto a llover. Como seguía con mis picores de nariz, los ojos como botas y la nariz como un pimiento, me he comprado mis antihistamínicos, aunque me resistía por los puñeteros efectos secundarios. Pero ya no aguantaba más.

Al llegar a casa Carlos me ha regalado una canción. Le he puesto la música y me la ha cantado. Le encanta la música, se le notaba incluso de pequeñito. A ver si me sale un Bisbal!



Esta noche ha tocado cena de restos. Se han zampado un poco de olleta y otro poco de paella. Se han puesto las botas! Luego les he puesto manzana, y la leche con cola cao. Carlos se ha acostado mirando orgulloso sus cuadros.